jueves, 11 de octubre de 2007

Matonaje y Pandillas

EL DRAMA DE LA VIOLENCIA EN LOS ESTADIOS

La historia de este fenómeno es de larga data en nuestro país. Desde el año 1993, cuando en el Estadio Nacional, en un partido clásico del fútbol Chileno, los hinchas de la “barra brava” de Colo-colo produjeron daños al estadio y a la propiedad privada, dejando un saldo de 70 detenidos, hasta otros episodios más dramáticos como en Septiembre de 1999 cuando muere una joven de 17 años baleada por un desconocido.

Estas manifesataciones de violencia movilizaron diversos intentos para frenar los desmanes. Así, aumentaron las medidas de seguridad en los estadios, tales como no vender alcohol tres horas antes de los partidos o la retención de objetos cortopunzantes o contundentes que puedan producir daños. Paralelamente, se creó la ley de violencia en los estadios, en 1991, y ha estado en el tapete varias veces su modificación.

Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, los actos violentos se siguen produciendo. Pareciera ser que hay algo más en juego que el control policial o legal.

Múltiples factores vienen a responder el por qué de este fenómeno; las relaciones tempranas marcadas por la violencia familiar, el recuerdo de años de violencia política ejercida en nuestro país, la difusión de un mercado de la guerra, etc. Todos ellos intentan explicar estas manifestaciones tan visibles de violencia, pero el problema va más alla. Se trata de lo invisible que se ha tornado la violencia en nuestra vida.


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1 comentario:

mike dijo...

totalmente es decadente ver tanta violencia en un deporte donde deberia unir a las personas y no hundirlas en completa violencia, esto demuestra la fuerza negativa que tiene el fanatismo.

muy buen texto, felicitaciones por crear conciencia.